Cuando hablamos de 'los orígenes del dibujo', en seguida nos vienen a la mente las maravillosas pinturas del Paleolítico impresas en las paredes rocosas de las cuevas. El paso del tiempo no ha conseguido borrarlas. Se trata de siluetas de animales, escenas de caza y cotidianas que han dejado constancia de su forma de vida. La más antigua de ellas es de hace unos 18.000 años y se encuentra en Lascaux.
Se dice que el dibujo, como el arte en general, nace de la necesidad del hombre por plasmar la naturaleza y lo que le rodea. De imitarla. De comunicar y transmitir ideas en un lenguaje universal. Han pasado miles de años desde aquellas pinturas rupestres, ha aparecido la fotografía, el cine... Y seguimos dibujando. Y es que el dibujo es considerado el origen de todas las artes visuales. El punto de partida.
Pero tuvo que haber un punto de inicio. Una motivación primaria, como decía antes, ya sea el plasmar una idea o un sentimiento. Caben diversas teorías sobre cuál podría ser ese origen. Una de las leyendas más famosas nos llega desde la Antigua Grecia.
Hace muchos años, una joven corintia muy enamorada, desesperada por la inminente partida de su amor al extranjero, vio con ojos nuevos la sombra que del perfil de su amado formaba la luz de una vela en la pared. Ni corta ni perezosa, repasó con carboncillo el perfil de la sombra para quedarse así con la imagen de su amante. Había nacido así el primer dibujo y el primer retrato. El padre de ella, que se llamaba Butades y da nombre a esta leyenda, modeló en arcilla el busto del joven a partir del dibujo de su hija, cociéndolo después en el horno. La hija dio origen a la pintura, el padre fue el modelador de la primera escultura.
Como bien sabemos, toda leyenda tiene su parte de verdad y puede que en el origen del dibujo esté el amor. Quizá todo derive del intento por detener el momento y no dejar que el desgaste del tiempo se lo lleve.
Personalmente (y sé que esto no debería ser personal, pero considero inevitable llevármelo a mi terreno), siempre he encontrado fascinante el dibujo. Todo, absolutamente todo lo que nos rodea es diseño. Dibujo. Y todo deriva de una idea. De miles de ellas. Alguien tuvo la capacidad de llevar esas ideas a un papel y posteriormente materializarlas. Al igual que admiro a la gente que consigue 'pintar' sus ideas por medio de la palabra, también lo hago con el dibujo. Es todo un arte.
Recuerdo que el año pasado, cuando acabábamos de empezar y éramos nuevos en esta Escuela de Diseño, Juan nos sentó a todos delante del proyector y dijo: 'el dibujo no es fotografía'. Lo anoté rápidamente en mi cuaderno. Juan tenía razón. No se trata de representar lo que tenemos delante tal cual, con todo lujo de detalles. ¿Para qué quieres tener en tu cuaderno una copia de algo real si puedes fotogafiarlo? No. Se trata de captar su esencia. De observar detenidamente, 'conocer' antes de empezar con el lápiz.